El Evangelio, Lucas 13,22-30

Yo les digo: Todo el que me reconozca delante de los hombres, también el Hijo del hombre lo reconocerá delante de los ángeles de Dios; pero el que me niegue delante de los hombres, será negado delante de los ángeles de Dios. Y todo el que diga una palabra contra el Hijo del hombre, se le perdonará; pero al que blasfeme contra el Espíritu Santo, no se le perdonará. Cuando los lleven ante las sinagogas, ante los magistrados y las autoridades, no se preocupen de cómo defenderse o de qué van a decir, porque el Espíritu Santo les enseñará en aquel momento lo que deban decir

El Evangelio, San Lucas 13, 31-35

En ese momento se acercaron algunos fariseos que le dijeron: «Aléjate de aquí, porque Herodes quiere matarte». Él les respondió: «Vayan a decir a ese zorro: hoy y mañana expulso a los demonios y realizo curaciones, y al tercer día habré terminado. Pero debo seguir mi camino hoy, mañana y pasado, porque no puede ser que un profeta muera fuera de Jerusalén.

El Evangelio, San Lucas 12, 13-21

Yo les digo: Todo el que me reconozca delante de los hombres, también el Hijo del hombre lo reconocerá delante de los ángeles de Dios; pero el que me niegue delante de los hombres, será negado delante de los ángeles de Dios. Y todo el que diga una palabra contra el Hijo del hombre, se le perdonará; pero al que blasfeme contra el Espíritu Santo, no se le perdonará. Cuando los lleven ante las sinagogas, ante los magistrados y las autoridades, no se preocupen de cómo defenderse o de qué van a decir, porque el Espíritu Santo les enseñará en aquel momento lo que deban decir

El Evangelio, San Marcos 10, 35-45

Yo les digo: Todo el que me reconozca delante de los hombres, también el Hijo del hombre lo reconocerá delante de los ángeles de Dios; pero el que me niegue delante de los hombres, será negado delante de los ángeles de Dios. Y todo el que diga una palabra contra el Hijo del hombre, se le perdonará; pero al que blasfeme contra el Espíritu Santo, no se le perdonará. Cuando los lleven ante las sinagogas, ante los magistrados y las autoridades, no se preocupen de cómo defenderse o de qué van a decir, porque el Espíritu Santo les enseñará en aquel momento lo que deban decir

El Evangelio, Lucas 12, 8-12

Yo les digo: Todo el que me reconozca delante de los hombres, también el Hijo del hombre lo reconocerá delante de los ángeles de Dios; pero el que me niegue delante de los hombres, será negado delante de los ángeles de Dios. Y todo el que diga una palabra contra el Hijo del hombre, se le perdonará; pero al que blasfeme contra el Espíritu Santo, no se le perdonará. Cuando los lleven ante las sinagogas, ante los magistrados y las autoridades, no se preocupen de cómo defenderse o de qué van a decir, porque el Espíritu Santo les enseñará en aquel momento lo que deban decir

SALMO 35

Este salmo nos enseña a confiar en Dios incluso en medio de las más grandes adversidades. El salmista se encuentra rodeado de enemigos que buscan hacerle daño injustamente, pero en lugar de responder con venganza o odio, se vuelca hacia Dios pidiendo su intervención. Nos recuerda que, aunque enfrentemos dificultades y personas que nos lastimen, debemos mantenernos firmes en nuestra fe, sabiendo que Dios siempre escucha nuestras súplicas y actuará a su debido tiempo.

El Evangelio, San Lucas 12, 35-38

Estén preparados, ceñidos y con las lámparas encendidas. Sean como los hombres que esperan el regreso de su señor, que fue a una boda, para abrirle apenas llegue y llame a la puerta. ¡Felices los servidores a quienes el señor encuentra velando a su llegada! Les aseguro que él mismo recogerá su túnica, los hará sentar a la mesa y se pondrá a servirlo. ¡Felices ellos, si el señor llega a medianoche o antes del alba y los encuentra así!

Abadía de la Asunción

La Abadía de la Asunción es un lugar donde Dios, la oración, el trabajo y la comunidad son fundamentales. Es un lugar al que el hombre es atraído por Dios, donde trabaja por su salvación mediante la fe en Cristo y sirve a la humanidad. La vida monástica es uno de los dones de Dios a la Iglesia que afecta a toda la Iglesia.

SALMO 46

El Salmo 46 es una de las oraciones más inspiradoras de la Biblia, destacando la presencia de Dios como un refugio en tiempos de adversidad. Es frecuentemente utilizado en contextos litúrgicos y devocionales, transmitiendo un mensaje de confianza y fortaleza en Dios, quien es visto como la protección en momentos de crisis y el gobernante supremo de todo el universo.

SALMO 27

El Salmo 27 es una poderosa declaración de fe y confianza en Dios. En momentos de incertidumbre y temor, este salmo nos recuerda que el Señor es nuestra luz y salvación, brindando consuelo y fortaleza en tiempos de necesidad. Es un canto de confianza que nos anima a buscar la presencia de Dios, especialmente cuando enfrentamos adversidades.