El Evangelio, Lucas 17, 26-37

26 En los días del Hijo del hombre sucederá como en tiempo de Noé.
27 La gente comía, bebía y se casaba, hasta el día en que Noé entró en el arca y llegó el diluvio, que los hizo morir a todos.
28 Sucederá como en tiempos de Lot: se comía y se bebía, se compraba y se vendía, se plantaba y se construía.

El Evangelio, Lucas 17, 11-19

11 Mientras se dirigía a Jerusalén, Jesús pesaba a través de Samaría y Galilea.
12 Al entrar en un poblado, le salieron al encuentro diez leprosos, que se detuvieron a distancia
13 y empezaron a gritarle: «¡Jesús, Maestro, ten compasión de nosotros!».

El Evangelio, Lucas 17, 20-25

20 Los fariseos le preguntaron cuándo llegará el Reino de Dios. El les respondió: «El Reino de Dios no viene ostensiblemente,
21 y no se podrá decir: «Está aquí» o «Está allí». Porque el Reino de Dios está entre ustedes».

SALMO 118

1 ¡Aleluya!
¡Den gracias al Señor, porque es bueno,
porque es eterno su amor!
2 Que lo diga el pueblo de Israel:
¡es eterno su amor!

SALMO 51

1 Del maestro de coro. Salmo de David.
2 Cuando el profeta Natán lo visitó, después que aquel se había unido a Betsabé.
3 ¡Ten piedad de mí, oh Dios, por tu bondad,

SALMO 37

1 De David.
[Alef] No te exasperes a causa de los malos,
ni envidies a los que cometen injusticias,
2 porque pronto se secarán como el pasto
y se marchitarán como la hierba verde.

SALMO 34

1 De David. Cuando se fingió demente delante de Abimélec, y tuvo que irse, echado por él.
2 [Alef] Bendeciré al Señor en todo tiempo,
su alabanza estará siempre en mis labios.
3 [Bet] Mi alma se gloría en el Señor;
que lo oigan los humildes y se alegren.

El Evangelio, Juan 2,13-22

13 Se acercaba la Pascua de los judíos. Jesús subió a Jerusalén
14 y encontró en el Templo a los vendedores de bueyes, ovejas y palomas y a los cambistas sentados delante de sus mesas.

El Evangelio, Lucas 14,12-14

12. Después dijo al que lo había invitado: «Cuando des un almuerzo o una cena, no invites a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a los vecinos ricos, no sea que ellos te inviten a su vez, y así tengas tu recompensa.
13. Al contrario, cuando des un banquete, invita a los pobres, a los lisiados, a los paralíticos, a los ciegos.
14. ¡Feliz de ti, porque ellos no tienen cómo retribuirte, y así tendrás tu recompensa en la resurrección de los justos!».

El Evangelio, Marcos 12,28-34

28 Un escriba que los oyó discutir, al ver que les había respondido bien, se acercó y le preguntó: «¿Cuál es el primero de los mandamientos?».
29 Jesús respondió: «El primero es: Escucha, Israel: el Señor nuestro Dios es el único Señor;