El Poder de Escuchar Un Simple Acto que Cambia Vidas
“¿Sabías que escuchar va más allá de oír palabras?
👂✨ A veces, la mejor respuesta es el silencio lleno de comprensión y empatía
❤️. En este video, te comparto cómo aprender a escuchar puede transformar tus relaciones y hasta tu vida
🌟. ¡Dale play y descubre el poder oculto detrás de una escucha atenta!
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💬 #CrecimientoPersonal #Empatía #Escuchar”
El Poder de Escuchar Un Simple Acto que Cambia Vidas
“Escuchar no es solo oír las palabras; es sentir el latido del alma detrás de cada silencio.”
Cuando aprendes a escuchar con el corazón, descubres que cada persona tiene una historia que contar, una batalla que no siempre se ve, y un mensaje que va más allá de lo que dicen sus labios. Escuchar con atención es un regalo que no cuesta nada, pero puede cambiarlo todo.
A veces, lo que alguien necesita no es una respuesta, sino solo saber que su voz fue escuchada. Haz del silencio tu mejor amigo, y verás cómo el mundo empieza a hablarte de maneras que nunca imaginaste.
Escuchar es un arte perdido en un mundo ruidoso, pero quien aprende a escuchar con atención, gana la sabiduría de los que le rodean. No escuches solo para responder, escucha para aprender”
El Evangelio, Lucas 3, 1-6
1 El año decimoquinto del reinado del emperador Tiberio, cuando Poncio Pilato gobernaba la Judea, siendo Herodes tetrarca de Galilea, su hermano Felipe tetrarca de Iturea y Traconítide, y Lisanias tetrarca de Abilene,
El Evangelio, Mateo 15, 29-37
29 Desde allí, Jesús llegó a orillas del mar de Galilea y, subiendo a la montaña, se sentó.
El Evangelio, Lucas 10, 21-24
En aquel momento Jesús se estremeció de gozo, movido por el Espíritu Santo, y dijo: «Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, por haber ocultado estas cosas a los sabios y a los prudentes y haberlas revelado a los pequeños. Sí, Padre, porque así lo has querido. Todo me ha sido dado por mi Padre, y nadie sabe quién es el Hijo, sino el Padre, como nadie sabe quién es el Padre, sino el Hijo y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar». Después, volviéndose hacia sus discípulos, Jesús les dijo a ellos solos: «¡Felices los ojos que ven lo que ustedes ven! ¡Les aseguro que muchos profetas y reyes quisieron ver lo que ustedes ven y no lo vieron, oír lo que ustedes oyen y no lo oyeron!».