El Evangelio, San Lucas 12, 8-12
“Yo les digo: Todo el que me reconozca delante de los hombres, también el Hijo del hombre lo reconocerá delante de los ángeles de Dios; pero el que me niegue delante de los hombres, será negado delante de los ángeles de Dios. Y todo el que diga una palabra contra el Hijo del hombre, se le perdonará; pero al que blasfeme contra el Espíritu Santo, no se le perdonará. Cuando los lleven ante las sinagogas, ante los magistrados y las autoridades, no se preocupen de cómo defenderse o de qué van a decir, porque el Espíritu Santo les enseñará en aquel momento lo que deban decir.”
REFLEXION
La enseñanza principal de este pasaje se centra en la importancia de ser coherentes en nuestra fe. Aun cuando enfrentemos dificultades o persecuciones, Jesús nos invita a confiar en el Espíritu Santo, quien nos asistirá en los momentos difíciles, dándonos las palabras y la sabiduría necesaria para defender nuestra fe.
SALMO 139
1 Del maestro de coro. De David. Salmo.
Señor, tú me sondeas y me conoces
2 tú sabes si me siento o me levanto;
de lejos percibes lo que pienso,
3 te das cuenta si camino o si descanso,
y todos mis pasos te son familiares.
LAS MEJORES 20 FRASES MOTIVACIONALES
¡Hola, amigos! Bienvenidos a nuestro canal. Hoy les traemos algo especial: 20 frases motivacionales que tienen el poder de transformar tu vida. En momentos de desafío y duda, las palabras pueden ser una fuente inagotable de inspiración. Cada frase que compartiré hoy está diseñada para impulsarte hacia adelante, recordándote que el éxito comienza en tu mente. Así que, prepárate para llenarte de energía y determinación. ¡Vamos a empezar!”
El Evangelio, Lucas 13,22-30
Yo les digo: Todo el que me reconozca delante de los hombres, también el Hijo del hombre lo reconocerá delante de los ángeles de Dios; pero el que me niegue delante de los hombres, será negado delante de los ángeles de Dios. Y todo el que diga una palabra contra el Hijo del hombre, se le perdonará; pero al que blasfeme contra el Espíritu Santo, no se le perdonará. Cuando los lleven ante las sinagogas, ante los magistrados y las autoridades, no se preocupen de cómo defenderse o de qué van a decir, porque el Espíritu Santo les enseñará en aquel momento lo que deban decir